Pasaron algunas horas. Un silencio profundo reinaba en torno a nosotros, un silencio de tumba. Ni un ruido penetraba a través de aquellas murallas, más delgada de las cuales medía cinco millas de espesor
Julio Verne en su libro «Viaje al centro de la Tierra» (1864)
Proyecto para la Basílica Sainte Baume de Le Corbusier (1948)