Una de las normas de la teoría de la restauración más defendida en la actualidad, y controvertida, es el principio de reversibilidad, es decir, permitir la vuelta al estado anterior con el menor daño posible. Un principio que ha ayudado a establecer las directrices en la rehabilitación de una antigua nave industrial para transformarla en el nuevo Museo del Agua.
Una intervención generada a partir de tres actos. Por un lado la estabilización de los muros y cubierta preexistente, por otro la apertura de una hendidura en la cumbrera y su reflejo en parte del pavimento y por último, la introducción de diferentes objetos. Es esta última acción la que posibilita la reversibilidad de la intervención, además de otorgarle su carácter contemporáneo, mediante la yuxtaposición de todo un abanico de sorprendentes muebles como el mirador, el periscopio, el de paso, el servidor o el lucernario. A ello ha de sumarse una lámina de agua que no solo introduce el contiguo canal de Castilla sino que reafirma el carácter sensorial de la intervención.
Una obra que por ello puede considerarse de absoluta actualidad ya que muestra la idea de que una mínima y respetuosa intervención, e incluso con un mínimo presupuesto, puede originar un gran espacio arquitectónico.
MID Estudio Museo del Agua Fecha: 2007-10 Promotor: Excmo Ayto de Palencia Dirección: Avda. de la Dársena, s/n C.P. 34005 Mañana del 5 de diciembre de 2012