En 1927 , Fernando García Mercadal  llegó con energía y aires revolucionarios después de su “envío”  de cuatro años a la Academia de España en Roma. Un brío que volcó en diferentes frentes arquitectónicos  y entre ellos en el impulso de la cultura de vanguardia. Participación en la revista Arquitectura, organización de ciclos de conferencias (como las famosas de la Casa de Estudiantes de Madrid por la que pasaron Le Corbusier, Gropius o Meldenssohn), convocatoria de Concursos de Vivienda Mínima y miembro Fundador de los CIAM o del GATEPAC. Institución esta última de la que el mismo narra su nacimiento en una conferencia ofrecida en 1979 en su Zaragoza natal:

“El GATEPAC en realidad nació en Zaragoza, el 26 de octubre de 1930, dos años después de la reunión, patrocinada por gentileza de la distinguida dama suiza, madame de Mandrot, anfitriona, en su castillo de La Sarraz, donde nos hospedó, a un numeroso grupo de colegas, ellos, entre los más famosos de Europa, donde nos reunimos, en su capilla, los días 26,27 y 28 de junio de 1928, para fundar el C.I.A.M. (Congresos Internacionales de la Arquitectura Moderna), con el propósito de establecer los principios de un orden arquitectónico internacional ya manifestado, aunque hasta entonces disperso, en varios países, agrupados en la Exposición “Weissenhof” de Stuttgart (1927) de varios bloques de casas, formando un conjunto,  planeado por Mies van der Rohe, proyectadas por diversos arquitectos del grupo de La Sarraz, que visité entonces, poco antes de mi regreso a España, finalizando mi pensión de cuatro años.

En la reunión de La Sarraz fue aprobado un Manifiesto… firmado por todos los asistentes, entre los que me encontraba, representando con Zabala, oficiosamente a España debida mi relación con Le Corbusier, en Paris, el año 1925.

Fecha realmente histórica la de aquel 28 de junio de 1928.

En mayo de ese mismo año 28, los días 9 y 11, Le Corbusier dio dos conferencias en Madrid y, claro es, fui su guía. El mismo mes se inauguraba el “Rincón de Goya” en Zaragoza que no llegó a terminarse.

Se trataba de situar la nueva arquitectura en un medio económico y social, liberándola, se decía, de la influencia de las Academias. Su eficaz producción se apoyaría en la racionalización y la estandarización, términos nuevos.

El año siguiente, 1929, en el CIAM II, reunido en Frankfurt em Main, fueron aprobados los estatutos del “Comité Internacional para la Resolución de los Problemas de la Arquitectura Contemporánea”, cuya sigla fue “CIRPAC”, que adptamos a la de nuestro grupo español.

Esta importante reunión fue patrocinada por Linest May, considerado por sus trabajos de reconstrucción dela ciudad, que nos fueron mostrados, como el más notable experto en construcciones de vivienda de bajo coste, como así fueron llamadas en Alemania. Allí se planteó, internacionalmente, esto fue esencial, el problema social de la habitación, de la vivienda mínima, es decir, la de reducidas dimensiones, pensando, claro es, en los costes, dado el estado económico, de gran penuría , de la arruinada Alemania de aquellos años.

Fuimos invitados todos los delegados a preparar proyectos, prototipos, de casas mínimas, fijándose previamente unas características de los planos y los datos que se harían figurar en sus márgenes para facilitar el estudio comparativo. Algunos de estos proyectos de casas mínimas fueron seleccionados y construidos en Berlín, que figuraron en un libro único, irrepetible quizá. Die Wohnng für das Existenz mininum. La exposicón del contenido de este libro fue itinerante, se expuso en Madrid y en ella aparecían los dos primeros premios del Concurso que, como mecenas de vía estrecha, convoqué, con dicho fin.

Nuestro particular problema fue y sigue siendo, las familias numerosas españolas, tan frecuentes en nuestro país desde el siglo pasado.

Fue en La Sarraz donde nos comprometimos todos los delegados a fundar, en cada país, unas como filiales del CIRPAC. En la reunión del “Gran Hotel” de nuestra ciudad [Zaragoza], donde nos habíamos dado cita los tres grupos de entusiastas, es donde nació el “GATEPAC”, sigla de “Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea”.

Los grupos fueron tres, Centro (Madrid), Este (Barcelona) y Norte (Bilbao-San Sebastian). Editamos la revista “A.C.” (Arquitectura – o actividades- Contemporáneas”) que se imprimió en Barcelona, en la que colaboramos, más o menos, todos, sin firmas que dependió del Grupo Este, catalán, que era el más entusiasta, numeroso y compacto, capitaneado por Sert, Torres Clavé  y Subirana”

En “Fernando García Mercadal, Arquitecto”, COAA, Zaragoza, 1985

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