En 1964, el escritor y cineasta brasileño Fernando Coni Campos presentaba en su documental ‘Brasília: Planejamento urbano‘, la creación de la ciudad como la oportunidad para el desarrollo urbanístico de la región. La construcción de una nueva capital tenía como reto urbano el equilibrio social, amenazado fruto del proceso de urbanización brasileño hasta la fecha. Pero, ¿Qué tipo de proceso de urbanización supuso el plano piloto más allá de sus límites?
Brasilia fue levantada por los denominados candangos, trabajadores que emigraron de otros estados hacia el Planalto Central para la obra. El nuevo emblema cívico y cultural del país se constituía entre la difusión internacional del proyecto y la mano de obra nacional. Durante la obra, los trabajadores reclutados por la empresa Novacap (Companhia Urbanizadora da Nova Capital), fueron alojados en una serie de campamentos, más tarde denominados de forma peyorativa como ‘invasões’ (invasiones). Una vez la ciudad se fue erigiendo, el aura que la rodeaba eclipsó la problemática de su periferia.
Marcel Gautherot. Manifestación en la ‘praça do Três Poderes’, por ocasión de la conmemoración del Día del Trabajo, c.1959
La capacidad del plano proyectado y su revalorización urbanística dificultaban el alojamiento de toda la población asentada. La ‘vila do IAPI’, la ‘Placa das mercedes’ o ‘Curral das Éguas’, son algunas de las invasões en busca de una oportunidad tras haber levantado la capital. Para evitar una favelización prematura, el gobierno promueve la traslación de esa población a unos núcleos urbanos periféricos dotados de infraestructuras que además ayudasen a ocultar esa imagen débil y desigual mostrada por algunos de estos espacios, cercanos al tránsito nacional e internacional que había traído consigo la capital.
La solución administrativa impulsada se denominó ‘Campanha de Erradicação de Invasões’ (1971) y trasladó a cerca de ochenta mil personas hacia las ciudades satélites. Unos núcleos urbanos que carecían de las infraestructuras prometidas y que en ocasiones, distaban del plano hasta 40km, como ocurría con Ceilándia, uno de esos suburbios cuyo nombre se adoptó de la propia campaña. (CEI: Campanha de Erradicação de Invasões, y LANDIA: terreno)
El plano se consolidaba mientras el área metropolitana de Brasilia se desarrollaba de manera incontrolada, carente de una organización integral. La segregación que pretendía eliminar el diseño de la nueva capital, es intrínseca a su creación. La baja densidad para la que fue pensado el plano piloto derivo en un problema de escala. En los años 70, las previsiones de ocupación ya se habían superado con creces. Actualmente, más de dos millones de personas pueblan el entorno de Brasilia frente a los 400.000 habitantes del centro.
El distanciamiento provoca una falta de entendimiento entre el plano piloto y su periferia, una animadversión por parte de esa población hacia el modelo propuesto por Lucio Costa, así lo refleja el documental lanzado en 2013 por el director basiliense Adirley Queirós: ‘A cidade é uma só?’. La frase hace referencia a una canción que escoltaba la campaña de 1971. La interrogación del título, incluida para el documental, se cuestiona sobre esa consideración integral de la ciudad, presentando a través de los protagonistas, como más allá de sus límites aún existe la barrera generada en la expansión de Brasilia.