De los edific
ios que más me han impresionado en mi vida, curiosamente dos son templos: Santa Sofía de Constantinopla, creado como gran iglesia bizantina y posterior mezquita, y la mezquita/catedral de Córdoba, en sentido inverso. Precisamente lo que me impresionó es esa ambivalencia y su capacidad de resistencia al paso de la historia, así como su versatilidad conseguida gracias a su belleza y a lo imponente de su presencia, hechos que evitaron su probable destrucción. Ello unido a sus dimensiones impresionantes, en el primer caso en un único espacio central y en el segundo como sucesión de crujías sucesivas, hace de ambas dos ejemplos clave en la historia de la Arquitectura.
Texto e imagenes (seleccionadas) por Carlos Lamela (2016).