Mi interés por el edificio de la FAU-USP del arquitecto Vilanova Artigas reside en la capacidad para activar el espacio vacío, para darle carácter.
La definición de este vacío activo viene dada por dos elementos autónomos que establecen una relación dialógica: suelo y techo. Las obras de Artigas se caracterizan por la definición de estos dos límites: el arreglo del suelo mediante operaciones de desmonte y terraplenado, sobre el que se dispone un techo universal, una cubierta que hace funciones de cielo. El programa otorga grosor a los límites, sin que estos pierdan la individualidad que garantiza el vacío activo entre ellos.
Arquitectura geográfica
La modificación de la topografía es el primer acto de asentamiento en el terreno: la construcción de un paisaje interior abierto al exterior, en contacto con la topografía rectificada, permite dar continuidad al perfil del terreno y la arquitectura, anclándola en el lugar, en continuo diálogo con el entorno.
Volumetría unitaria
La ocupación del territorio desde la racionalidad formal: una envolvente única y continua construida en hormigón armado acota el ámbito del edificio de un solo gesto y hace presente el peso en contraposición a la levedad. Un único techo donde las vigas en “v” minimizan la presencia de la estructura y deslizan la luz al interior.
Estructura espacial
La estructura, como dominio de la técnica y domesticación del territorio y, por lo tanto, como elemento de mediación con la naturaleza.
Un elemento muy importante en la plástica estructural de la arquitectura de Artigas es el punto de encuentro entre la cimentación y el techo. La zapata, igual que el territorio rectificado, emerge del suelo para recibir la viga de hormigón, sin transición del pilar. Esta idea de columna sin fuste, es decir, de contacto directo entre la base y el capitel construye complejos y confortables umbrales que responden a la escala humana a la vez que se ponen a la altura de la escala de la geografía.
Vacío democrático
La sencillez volumétrica exterior se contrapone con un espacio interior complejo: un lugar sin puertas, exterior pero acotado y abrigado por el programa, el cual se dispone como un “continuum” mediante rampas, medios niveles y diferentes alturas, con la voluntad de construir un lugar interior con atributos de espacio exterior, de acomodarse mejor a la topografía y de evitar una lectura por estratos de la obra.
Las grandes vigas continuas de hormigón permiten elevar el volumen y liberar estructural y funcionalmente la planta baja, convirtiendo este espacio en la “puerta” de los edificios. Este umbral traspasa los límites del edificio y tiene continuidad hasta la calle, hasta el tejido urbano, otorgando al vacío interior carácter de plaza, de lugar de convivencia.
Comparto mi admiración por este edificio:
https://ojs.publius.us.es/ojs/index.php/ppa/article/view/196/194
Saludos.