Leer entre líneas
El reconocimiento del valor de las publicaciones periódicas como veraz instrumento de estudio que permite leer entre líneas lo que han sido los intereses de una determinada época está dando interesantes frutos en las escuelas de arquitectura. Desde hace unos años se están publicando una serie de estudios académicos con un importante valor documental que ayudan a reconstruir cuáles fueron los discursos, los debates, las tendencias, las referencias que se manejaban entre arquitectos en el momento en que éstas se publicaron.
Entre las publicaciones periódicas de arquitectura de aquellos años, Nueva Forma, dirigida por Juan Daniel Fullaondo entre 1967 y 1975, tenía la peculiaridad de no depender de un organismo oficial, sino de publicarse bajo el patrocinio de un particular, Juan Huarte, perteneciente a una de las familias más comprometidas en aquellos años con el arte y la arquitectura, quien se embarcó en esta arriesgada labor de mecenazgo con la voluntad de situar la revista y, por ende, una fracción del panorama cultural español, a nivel internacional. Una singularidad más de Nueva Forma tenía que ver con su director, un arquitecto inquieto de Bilbao, que desde sus años de estudiante había demostrado un compromiso activo con el mundo de la arquitectura, la ingeniería, el arte, la literatura y la filosofía. El hecho de que impulsara el cambio de nombre de la revista, que inicialmente se denominó El Inmueble, posteriormente Forma Nueva-El Inmueble, y finalmente Nueva Forma. Arquitectura, urbanismo, diseño, ambientes, arte, Madrid-Barcelona-Bilbao es buena prueba de su multifacética personalidad, así como del interés por destacar los focos culturales de la España de entonces, en los que incluía su ciudad natal. Nueva Forma jugó un papel importante en el paisaje cultural español desde mediados de los años sesenta, publicándose durante aproximadamente una década.
Un juego de opuestos
Al maremágnum de ideas, artistas, arquitectos, obras, dibujos, concursos, referencias o imágenes que emergen de las páginas de Nueva Forma, la autora de este libro superpone una estructura contundente, que convierte en un juego de opuestos la relación entre la naturaleza independiente y agitada de los contenidos de la revista y su metódica propuesta de análisis de la misma como proyecto global. Nada más lejos de la combinación de pasión y libertad con la que Juan Daniel Fullaondo desplegó su discurso crítico, sirviéndose de las páginas de Nueva Forma, que la taxonómica y disciplinada clasificación en cuatro capítulos con la que se estructura el libro. Cuatro personajes –Carlos Flores, Bruno Zevi, Jorge Oteiza y Claude Parent–, organizan cuatro discursos que se sugieren como vertebradores de los contenidos de la revista.
El título del libro, Fullaondo y la revista Nueva Forma. Aportaciones a la construcción de una cultura arquitectónica en España (1966-1975), de Lucía C. Pérez Moreno, original de Zaragoza, y profesora de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) de la Universidad de Zaragoza, permite reconocer las intenciones de su autora: ‘re-construir’, casi cincuenta años después, aquella aventura en la que Juan Daniel Fullaondo se embarcó como director de una revista que ambicionaba ‘construir’ una imagen caleidoscópica de la compleja cultura arquitectónica española de aquellos años. Hasta este momento no se había abordado ningún estudio monográfico sobre Nueva Forma, excepto la exposición comisariada en 1996 por Darío Gazapo en el Centro Cultural de la Villa de Madrid. Lo que Lucía C. Pérez Moreno ofrece aquí es el resultado de un proyecto ambicioso, en el cual se manejan, se categorizan, se destejen y se vuelven a tejer numerosos hilos de grosores y texturas diferentes que, entrelazados en la mente agitada y compleja de Juan Daniel Fullaondo, componen la apretada urdimbre de la revista. En esta publicación se reconoce la guía firme de quien fue la directora de la tesis doctoral de la que es fruto esta investigación, María Teresa Muñoz, que además prologa el libro, cuyo trabajo ha venido siempre sellado por el rigor, por la seriedad y por una sugerente y personal lectura del mundo contemporáneo.
La crónica de la crítica
Lucía C. Pérez Moreno realiza una disección exhaustiva de los contenidos de Nueva Forma, aprovechando la perspectiva que concede el tiempo, para situarse en una posición distanciada y desapasionada. Lo que fue una revista eminentemente comprometida con la crítica se presenta aquí en forma de aséptica crónica, dando un paso más en el juego de opuestos. Las tendencias y posicionamientos del director y de sus colaboradores aparecen sometidos al discurso objetivo y al ritmo persistente de la crónica. El texto aparece acompañado de citas, referencias a fuentes, menciones a otras publicaciones, e ilustrado con una valiosa documentación gráfica e inédita que se presenta en coherencia con la voluntad de orden y claridad que, también desde el punto de vista visual, recorre el libro.
Publicado por la Fundación-Museo Jorge Oteiza en su colección Prometeo, en colaboración con la Delegación de Navarra del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro y el Ayuntamiento del Valle de Egüés, este libro ha sido recientemente premiado en la XXIII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, en la convocatoria de Investigación (divulgación/libros).
Escrito por Carmén Diaz Medina (2016)
Más información acerca del libro en este link
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